A lo largo de sus 19 años como Financial Planner en Skandia, su mayor reto ha sido aprender el arte de la paciencia y la perseverancia. "Este trabajo es como sembrar", dice con la sabiduría de quien ha visto crecer sus esfuerzos con el tiempo. Al principio, salir a buscar clientes y construir confianza desde cero representó un territorio desconocido, pero lo enfrentó con la certeza de que cada conversación, cada consejo oportuno, era una semilla que algún día daría frutos.

Hoy, esas semillas han crecido hasta convertirse en un bosque entero de logros compartidos. La mayor satisfacción para Valeria no son las comisiones, sino escuchar a sus clientes decirle que con su asesoría lograron comprar su primer carro, pagar los estudios de sus hijos o realizar ese viaje familiar que tanto anhelaban. Y cuando recibe llamadas de nuevos clientes que llegan por referidos de esos primeros, sabe que su filosofía de vida "siempre hay que sembrar" funciona.

En su camino, el apoyo de su agencia y la conexión con colegas de trayectoria similar han sido esenciales. Juntos han creado un espacio donde el conocimiento se comparte y los clientes reciben una atención verdaderamente integral, que combina lo financiero con lo tributario, lo pensional con lo seguro. Para Valeria, ser asesora significa eso: acompañar de manera completa, escuchar las necesidades únicas de cada persona y ofrecer soluciones a la medida de sus vidas reales.

Su mensaje para las mujeres que empiezan este camino es claro y poderoso: "La disciplina y la organización son esenciales, pero el equilibrio lo es aún más". Reconoce que disfrutar del presente es válido y necesario, pero insiste en que ese disfrute debe ir de la mano con una conciencia clara del futuro. "Incluir el ahorro en tu flujo de caja no es un sacrificio explica, es una forma de amor propio que el tiempo te agradecerá".

Para Valeria, generar impacto desde Skandia significa ser parte de las historias que transforman vidas. Ha acompañado a familias que han alcanzado metas que parecían lejanas, y ha visto cómo el hábito del ahorro construye no solo patrimonio, sino tranquilidad y autonomía. Cada plan financiero que se cumple, cada sueño que se hace realidad, confirma que su trabajo va mucho más allá de los números: se trata de sembrar confianza hoy para cosechar futuros llenos de posibilidades mañana.